“No sólo tenemos los instrumentos internacionales, sino que también tenemos nuestras propias leyes locales”

La Juez en lo Penal, Contravencional y de Faltas Natalia Molina afirmó “no sólo tenemos los instrumentos internacionales, sino que también tenemos nuestras propias leyes locales” durante la presentación virtual del libro “Abordaje de la violencia de género en materia penal en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”. Desde el Consejo de la Magistratura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires -CMCABA- señalaron que la mencionada publicación es una obra que reúne los trabajos de diversos especialistas en la temática.

Noticiasjudiciales.info reproduce texto difundido por el CMCABA:

“…se realizó a través de la plataforma Zoom, el relanzamiento del libro «Abordaje de la violencia de género en materia penal en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires», obra que reúne los trabajos de diversos especialistas en la temática, entre ellos el de la titular del Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires n.° 8 y vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina, Natalia Molina.

En su exposición virtual, comenzó aclarando que su intervención en el libro se debió a que luego de haber tenido un caso de acusación por privación ilegal de la libertad en concurso con amenazas, la víctima en el devenir del proceso nuestro, resultó asesinada. Relató que «el mismo condenado de mi caso, fue el mismo condenado del femicidio de esta chica, la misma víctima». Reconoció que representó un «gigantesco desafío» a la hora de evaluar la responsabilidad del imputado a la luz de la perspectiva de género. «Si bien yo soy una jueza que me caracterizo por aplicar siempre la perspectiva de género, no creo que sea una opción; es una obligación”, completó

Habló luego acerca de las convenciones internacionales, y al respecto subrayó que «no son una carta de sugerencias, sino que son una obligación internacional». Especificó entonces que «por haber podido echar mano a todos esos recursos y arribar a un veredicto condenatorio, es que justamente terminó con una sentencia condenatoria con toda una interpretación de la participación de la víctima en el proceso penal; justamente sin contar con la declaración de la víctima».

Invitó al momento de analizar las evaluaciones desde el punto de vista de la perspectiva de género a que «se dejen de lado todos los desarrollos doctrinarios antiguos, que lejos de acompañar esta perspectiva, la aniquilan». «Y empecemos a hacer nuevos desarrollos doctrinarios que tiendan hacia una justicia que mejor garantice los derechos internacionales y justamente el derecho humano de las mujeres«, añadió. Sobre el particular, dijo que «no sólo tenemos los instrumentos internacionales, sino que también tenemos nuestras propias leyes locales. Podemos darle una aplicación concreta en el caso que nos puede ayudar muy positivamente y que se transforme en letra viva».

Por último, explicó que su intervención en la presentación del libro es «una invitación franca a que empecemos a construir una doctrina que sea coherente, que acompañe y que sea representativa de los instrumentos internacionales que justamente garantizan los derechos de las mujeres». «Hay necesidad bien viva y latente de que el juez tiene que tener esta perspectiva siempre, no solo en los casos donde no tiene a la víctima viva, sino en la gran cantidad de casos donde las mujeres son víctimas de violencia», concluyó Molina”.