Los Consejeros ratifican su autoridad en materia de control del presentismo sobre funcionarios y personal

Ayer, jueves 13 de agosto, tuvo lugar el primer Encuentro Plenario del Consejo de la Magistratura de la Ciudad tras la feria judicial.Entre los temas que se abordaron apareció la reacción de la Cámara Penal, Contravencional y de Faltas que haciendo una interpretación libre de las normas decidió comunicar que el Consejo que no tiene facultades de superintendencia sobre las personas que trabajan en el fuero.

Así lo había hecho mediante el dictado de la Acordada nro. 1/2009, sin embargo, según el Consejo la realidad escrita en la Constitución de la Ciudad y en la Ley nro.31 indica otra cosa. El Consejo tiene la facultad de Superintendencia sobre todos los fueros y sus integrantes, exceptuando al Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad y al Ministerio Público.

De hecho, dentro del organigrama del Consejo existe el Departamento de Relaciones Laborales donde funciona la Oficina de Licencias y Control del Presentismo que elabora las planillas en las cuales se deben asentar los datos de cada persona que trabaja en los distintos juzgados y tribunales, como también sus inasistencias. Todo lo cual garantiza el control sobre el funcionamiento de toda la estructura.

Además, recordaron a la Cámara que el Plenario de Consejeros “es quien reglamenta el nombramiento, remoción y régimen disciplinario de los funcionarios y empleados del Poder Judicial y es el encargado de resolver cualquier otro asunto que se le atribuya por la ley o reglamento”.

A pesar de todo lo señalado, el Consejo decidió ser más diplomático y convocó a los integrantes de la Cámara a una reunión para ponerse de acuerdo sobre el particular, y dado que igualmente tiene facultades para delegar en la Cámara el control del presentismo del personal, así decidieron hacerlo. Eso sí, la Cámara deberá enviar al Consejo todas las planillas de meses pasados, además, de entregar semanalmente las que vaya confeccionando de ahora en más.

De esta forma han dejado contentos a sus integrantes y no perdieron el control disciplinario que deben ejercer sobre todos los funcionarios y agentes que componen los diferentes fueros.