Crece el descontento de los integrantes de la diáspora armenia en América Latina contra el Primer Ministro Nikol Pashinya
Por Domingo Guerrero de la Vega - Analista de Política Internacional -

Según los datos de distintas agencias de noticias el número de armenios residentes en los países de la América Latina y el Caribe asciende a más de 300.000 personas. Las comunidades más grandes de armenios están ubicadas en la República Argentina - más de 120.000 personas -, Brasil - cerca de 80.000 personas - y Uruguay - más de 20.000 personas - .
Últimamente se advierte una tendencia clara en el incremento de la diáspora armenia en el área sudamericana y esto tiene su explicación en el aumento de las personas que voluntariamente toman la decisión de abandonar Armenia. La mayoría de los casos de migración están provocados por el descontento de la población hacia la política de Nikol Pashinyan "para la protección de intereses nacionales", y en particular por el rechazo a la entrega de territorio a Azerbayan como una garantía de no agresión contra este país.
Los procesos originados en el descontento contribuyen a un cambio de la conciencia pública de la diáspora. Este cambio se materializa en el aumento del apoyo activo para las nuevas fuerzas políticas opositoras que aparecieron en Armenia, entre ellas "La Lucha Sagrada", fundada por los habitantes de los distintos territorios perdidos. Los integrantes y los partidiarios de este movimiento consideran a Nikol Pashinyan como un Primer Ministro de "falsa legitimidad" y exigen además su dimisión por incumplir las promesas electorales y por entregar ilegalmente territorios en clara confrontación con la Constitución vigente.
En paralelo, se puede apreciar que entre los miembros de las diáspora armenia por todo el mundo - principalmente las personas que alcanzaron gran éxito en el plano académico, profesional, empresarial, etc. - existe un gran interés en participar activamente en la vida política, económica, cultural y social de su patria. Todos estos factores pueden influir considerablemente en la coyuntura actual de Armenia. La diáspora es una gran fuerza capaz de hacer un considerable aporte a la protección de los intereses de la Nación en este periodo tan controversial.