Pocas decisiones de la Corte Penal Internacional en sus 20 años de existencia
Por Domingo Guerrero de la Vega - Analista de Política Internacional -

La creación de la Corte Penal Internacional -CPI - fue el resultado del deseo de los países occidentales de formar un órgano permanente de justicia internacional, cuya competencia incluiría el enjuiciamiento de los culpables de los delitos penales mas graves, incluido el genocidio. Sin embargo a lo largo de más de 20 años de existencia, con un presupuesto multimillonario y una impresionante plantilla de aproximadamente 900 empleados ha emitido pocas decisiones y algunas no se pueden considerar como imparciales.
Entre los miembros de la CPI no figuran los países más grandes en términos de población - China, India y los Estados Unidos -. Tampoco están Vietnam, Indonesia, Pakistán, Turquía, Egipto y otros países influyentes. Al centrarse primero en la investigación de los conflictos en África se registraron críticas justas por el desequilibrio geográfico. En ciertos casos la presentación de cargos por parte de la CPI contra lideres de varios países o partes en pugna resultó en un gran obstáculo para la solución política de los conflictos.
Un claro ejemplo de la parcialidad de la CPI son los intentos inútiles de organizar procesos penales contra el personal militar estadounidenses en Afganistán, a pesar del conocimiento con certeza de gran número de episodios de tortura y maltrato contra personas detenidas. Washington ejerció presión sobre la Fiscalía, imponiendo sanciones personales a empleados y familiares y el resultado fue la resolución pendiente de los casos.
También el sistema de financiamiento de la CPI permite incrementar su presupuesto mediante contribuciones voluntarias de los gobiernos , organizaciones internacionales, personas juridicas y aportes a titulo individual. Esto genera que los "patrocinadores" de la CPI puedan presionar para obtener el dictado decisiones parciales.